Te voy a contar cómo tuve mi primera novia con Inbound Marketing. Si. También funciona para eso. Porque el Inbound Marketing se trata de poner foco a las personas, muy distante a verlas como números dentro de un proceso de comercialización tradicional. Por eso es mi parte favorita del Marketing.
No se trata de ningún truco. De hecho es probable que tanto en amigos como pareja, hayas aplicado Inbound sin ser conciente de que lo hiciste.
Y es que cuando hablamos de negocios, siempre hemos creído que las reglas son otras, que las formas son otras, los códigos son otros. Pero si lo piensas saliéndote de ese parámetro aprendido, notarás que nunca tuvo que ser diferente porque todo intercambio se trata de las personas.
Personas, no dinero
Cuando ves en el dinero la simple retribución de haber ayudado, todo en tu cabeza debería explotar. Porque todos hemos aprendido desde pequeños a ver los negocios como un intercambio de beneficios fríos en donde el dinero es lo único realmente importante.
La única razón por la que vivimos en paz y no necesitamos saquear a otros para obtener lo que queremos es porque podemos intercambiar dando algo que tenemos a quien lo desea por algo que él tiene y que deseamos.
Eso cambia todo.
Eso quiere decir que a partir de ayudar a otros, obtenemos una consideración especial de la otra parte para que nos de lo que queremos también y ambos salgamos ganando.
Entonces, se trata de ver ante todo ¿qué puedo hacer por esta persona?
Así que magina que una persona vaya por la vida buscando ayudar a otras haciendo lo que mejor sabe hacer. Revisando en todo momento cómo hacer para ajustar mejor la ayuda de modo que resuelva más eficiente el problema que tienen los otros.
¿Acaso no está buscando oportunidades de negocios?
Así que si. ¡Lo haces!
Solo que hemos perdido el enfoque, porque de alguna manera la mayoría al parecer, va por la vida pensando cómo hacer dinero, no conecta con la esencia: cómo ayudar mejor a los demás con aquello para lo que soy bueno. Se olvidaron que eso, es lo que da dinero.
El amor y el Inbound Marketing
Me he pasado gran parte de mi tonta adolescencia creyendo que no era un buen producto que pudiera interesar a alguien.
Así que cuando alguien me interesaba, me acercaba para propornerle ser mi novia.
Leíste bien.
No para proponerle una amistad, sino una relación de pareja. Sin haber hablado antes, sin haber conectado antes. Era un ingenuo adolescente idealizando todo.
Tú sabes (Y por supuesto ahora lo sé) que esas cosas de ser amigos no se proponen necesariamente. Muchas veces suceden simplemente, porque hay dos personas que tuvieron una conexión. Luego si tras esa conexión surge el deseo de ir por más, surge la pareja.
Pero primero la amistad, no como lo hice diciendo cosas «siento que te amo aunque no nos conocemos ni hemos tenido la oportunidad de conversar».
Luego de cuatro fracasos más, bajo la misma fórmula, era claro que no estaba «vendiendo» bien. Estaba haciendo mucha «publicidad» de mis sentimientos sin conectar primero.
Así que esa forma ansiosa de «vender mis sentimientos» lo corregía haciendo inbound marketing. ¿Qué quiere decir eso?. Que me calmé y con la siguiente chica que conocí, me dije que no iba a hacer publicidad y que iba a hacer marketing y buscar una conexión.
Así que nada de ansiedad, nada de propuestas rápidas, solo conversar. Porque aunque yo le gustara y estuviera interesada en «mi producto» también, sabía que realizar aproximaciones ansiosas, iba a arruinar ese interés. ¿Y por qué lo arruinaría?
Porque nadie le quiere comprar a alguien desesperado
Busqué una conexión. Solo hablamos pasando el tiempo por las tardes. Al contarme de sus cosas y yo de las mías con el fin de conocer nuestras sensaciones y opiniones respecto a varios humanos y cotidianos temas, conectamos.
Al salir del campus universitario, pasamos por una cafetería y como soy el tipo que «invita café», le dije – ¿Tienes tiempo para un café?
Ese café fue el inicio de una relación de más 5 años. Me dejé de centrar en la ansiedad del disfrute de una sola «venta rápida» y me propuse conectar primero para lograr algo mejor que un encuentro de una sola noche. Una relación en la que aunque no estabamos destinados el uno para el otro, sirvió para madurar y crecer personalmente porque desarrollé una mayor perspectiva de las cosas incluso más allá de tener una relación.
Hay gente que solo hace «publicidad personal» para conseguir sexo. Yo hago Inbound Marketing para crear conexiones y encontrar a la indicada.
Inbound Marketing en Los Negocios
Cuando te queda claro esto, cuando ves que no se trata de dinero, sino de personas de la misma forma que no se trata solo de sexo de una noche con cualquiera, sino de conexiones para algo mayor, es cuando entiendes que hacer Inbound Marketing es la clave para lograr clientes comprometidos con tu negocio, siendo además tu marca la más beneficiada porque empieza a significar algo relevante y positivo en la mente del público de tu sector.
El Inbound Marketing por tanto se trata de ayudar primero, para conectar, dando cuotas de tu conocimiento que puede ayudar de manera general a tu público mientras vas mostrando que eres el mejor, no solo porque conoces mucho del producto o servicio que ofreces, sino porque eres más cercano, más confiable, más simpático. Y esos son factores que hacen decidir comprar a alguien en lugar de a otro.
Cuando nadie hace eso, no dejas otra alternativa a que el consumidor decida por precio. Porque, ya que todos se parecen y nadie se diferencia en un mundo en el que todo se hace por dinero, la única cosa importante para decidir como consumidor es entonces el precio más bajo.
Y amigo, cuando compites por precio, dejas de competir por valor percibido. Y si ya no compites por valor percibido, debes estar dispuesto a cobrar menos que tu competencia para ganar la venta. Y en ese juego todos pierden progresivamente y cada vez más.
Conclusión
Ganar una amistad (*incluso si es de tan lejos como New York.), o una relación a largo plazo que valga la pena, empieza por crear una conexión personal. Los encuentros fugaces son las ventas en frío que solo ven a los demás como una satisfacción utilitarista que empieza en el deseo y acaba en la ventanilla de caja para acabar con la transacción.
Un negocio no crece de esa forma. Las cosas grandes de la vida no surgen así. Si tienes un buen servicio o producto, empieza a tener sistemas que haga que tu cliente se integre a tu marca, a tu mundo y le guste estar allí.
¿Cuál ha sido para ti, la estrategia que te ha funcionado que se base en el Inbound Marketing?
*Es un divertido reto que lo contaré en mi canal de Youtube para demostrar la magia del Inbound. Para seguirlo suscríbete a mi canal de Youtube.