Lo primero que debes saber es que Internet es especial y ligeramente peculiar respecto a las prácticas que tenemos a nivel offline es decir, en el mundo real. A diferencia de lo que puedes pensar una fórmula ganadora para empezar un negocio propio por internet, es empezar por el mercado.
Mercado:
Céntrate en el mercado. Es allí donde se debe originar tu negocio. ¿Qué es lo que necesita el mercado? ¿Qué solución pretendes ofrecer? El mercado debe decir qué es lo que puede serte rentable dentro de la gamma de tu capacidad. Una vez que lo identifiques, secciónalo y créate un nicho con el que te puedas ser fácilmente único o sacar una ventaja fácilmente.
Financiamiento:
Hay una frase que a mi me gusta mucho. Si encontraste el qué hacer, el cómo ya no importa. Muchos empresarios exitosos han comenzado con nada. Así es. Con nada. Sony, Starbucks, Mc Donal’s, ¿Quieres ejemplos peruanos? Kola Real, Estilos de Arequipa, en fin. Sin embargo el financiamiento puedes lograrlo con poco dinero y mucha inteligencia.
Marketing Online:
El marketing online es lo que hará que tu nombre se convierta en una marca, tu negocio se convierta en un imán, tu presencia en el mercado sea de connotación positiva y de autoridad y que tu producto ofrezca una promesa de valor coherente con su personalidad.
Producto.
Es lo último que debes pensar. Es aquí donde la mayoría falla. El producto es lo principal y su punto de inicio. Y la verdad es que es lo último. El mercado y el financiamiento te dirá el qué hacer. El marketing online te dará la planificación y los canales claros de comunicación de tu existencia en lo que es pertinente y finalmente el producto es lo que debes hacer coherente con lo que exige el mercado.
¿Cuantos no lanzan el producto y después cruzan los dedos diciendo «se verá en el camino».
Hay pocas cosas en las que debes dejar así. Tu negocio es importante y no un juego de dados. El hacerlo al «champú» solo hará que desperdicies tu dinero y tus energías.
Así que aquí tienes un orden con el que debes empezar tu negocio online. Dejemos las cosas claro para luego profundizar.
